SAKAPATÚ. UN GRUPO DIFERENTE
Guitarras, cuatro, charango, bajo eléctrico, flauta de pan, quena, travesera, clarinete, tambor, congas, bongos, bailarinas, bailarina espontánea, frescura, naturalidad, sentido del humor, parafernalia, desfile de inauguración con mascaras y todo, y mucho pero que mucho ritmo. Energía, alegría por doquier y sonrisas de oreja a oreja. Músicos entregados, coros, voz personal, calor humano, muchas ganas y conexión con el público, presentaciones pomposas y divertidas, armonías curiosas y yo diría que hasta arriesgadas pero naturales. Las cervezas caras, pero que muy caras y en vaso de plástico en la sala Sidekar de BarcelonaY aquí necesito detenerme un poco. Entre ellos el más llamativo es la quijada de burro o cacharaina, que como su nombre indica está hecho con una quijada de dicho animal, su sonido es precioso y se usa como instrumento de percusión.
La cajita, con un sonido que nos recuerda a las claves o a la caja china, posee una tapa que abren y cierran con la que consiguen sonidos que varían en su altura (es decir, unos más agudos que otros).


Otro punto importante en la música peruana es el tema del cajón.
Puede que algunos de ustedes piensen que el cajón es un instrumento flamenco, pero no es así. Es un instrumento de origen peruano. Verán, el cajón fue introducido por Rubén Danta, o no sé si decir que por Paco de Lucía. Y no es por quitarle valor al tremendo percusionista, sino porque para entonces Paco ya contaba con un gran reconocimiento dentro del flamenco; si lo hubiese hecho otra persona, no me extrañaría que ahora supiéramos perfectamente que el cajón, como digo, es un instrumento de origen peruano. Hoy en día, hay algunas diferencias a la hora de la construcción del cajón (en el flamenco introducen unos bordones), por lo que sí podemos hablar de cajón flamenco y cajón peruano. Pero si alguna vez ven a Sakapatú tocando no piense que están fusionando con flamenco y que no tienen ni idea de los compases por bulerías, no, eso sería un tremendo patón.
(Sakapatú tocando en directo)
Bueno, y tras algunas aclaraciones técnicas volvamos a lo nuestro y hablemos un poco del grupo.
Lo que más me gustó fue, por supuesto, la puesta en escena. Pero también cómo combinaron elementos de la música afro-americana y de la andina, que nada tienen que ver a excepción de que comparten un mismo y lindo país (al que por desgracia no he tenido el gusto de ir).
La música afro-americana es básicamente rítmica (como la mayoría de la música venida de África). Y la andina se caracteriza por el uso de diversos instrumentos de viento (como por ejemplo las flautas de pan o la quena) y los coros andinos que le dan cierta transparencia. También hay que mencionar que el uso de platos de batería y bajo eléctrico, así como clarinete o flauta travesera, le da un punto un poco más moderno a esta música tradicional. Yo por lo menos no he escuchado nada con este sonido, aunque eso no quiere decir que no se haya inventado ya.
En mi opinión merecen una oportunidad, me lo pasé genial en el concierto y creo que son dignos de ver. Aunque tal vez, y por añadir un toque crítico, si dentro de unos años siguen por ese camino hagan trabajos más serios y comprometidos.
En su página web pueden oír algunos de sus temas (que sin duda suenan mucho más explosivos en directo, si les soy sincera resultan un poco fríos en la grabación). Sin más, si ven anunciado Sakapatú y les gusta la música sudamericana o tienen oportunidad no se lo pierdan. Pasarán un rato muy agradable.
Por cierto, en la página de Sakapatú podrán escuchar la cacharaina o quijada de burro. Así que, aunque no les interese en principio el apartado, pinchen en todo lo que sea posible porque es la mar de divertido.Enlaces:
Etiquetas: Música
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home