miércoles, octubre 18, 2006

PRÍNCIPES, GALLINAS Y OTRAS SORPRESAS

Descarga recomendada: Haydn, Joseph: Sinfonía nº 83. Primer movimiento: Allegro spintoso spiritoso.

No, no he perdido los papeles, ni estoy tomando demasiados antihistamínicos. Pongo primero la descarga recomendada por una
buena razón: porque al final del artículo les voy a proponer una adivinanza para la que van a necesitarla. Y la adivinanza, adelanto, no es el significado de la palabra "spintoso", aunque si alguien tiene la amabilidad de decírmelo se lo agradeceré en grado sumo...

Si por algo triunfó Franz Joseph Haydn,
Paco Pepe para los amigos, en esto de la música, no fue solamente por componer mucho y bien y además a la última moda (en su época, claro). Fue en parte, creo yo, por su extraordinario y sutilísimo sentido del humor. El suyo y el de sus amigos. Un par de anécdotas para apoyar mi teoría:

Trabajaba nuestro Paco Pepe, allá por el siglo dieciocho, como músico de los Esterházy, familia austríaca de príncipes, nobles y otros personajes de alto postín, casi casi tan influyentes como el dueño de Zara. Huelga decir (nunca mejor dicho) que hablar en aquella época de derechos del trabajador era como hablar de los derechos del champiñón sorian
o, más aún si trabajabas para un príncipe. Pero los músicos de la orquesta del príncipe Esterházy no estaban demasiado satisfechos con sus condiciones laborales, y a Paco Pepe le tocaba siempre ir a hacer de intermediario entre las protestas de los unos y las respuestas del otro (que, podemos presumir, no siempre fueron amables). Un buen día, tan bueno como cualquier otro, en que los músicos le pidieron que intercediera por ellos para conseguirles unos días libres (que al parecer hacía mucho que no disfrutaban), Paco Pepe decidió que no le apetecía jugarse el tipo. Y pensó otra manera de pedirlos: con la música. Compuso una sinfonía en la que, al final, los intérpretes van terminando su parte, apagando la vela de su atril y abandonando sucesivamente el escenario, hasta que solo queda uno. Nace así "Los adioses", primera "canción protesta" de la Historia. Por cierto, el príncipe captó la indirecta y les dio vacaciones.

También durante su empleo con esta familia, que duró treinta años, le molestaba muchísimo a Paco Pepe que la gente fuera a sus conciertos por ir, porque era de buen tono. No era ya que algunos se aburrieran visiblemente, sino que era habitual que el público se quedara dormido. Para estos bellos durmientes, Paco Pepe Haydn compuso especialmente la sinfonía "Sorpresa". La "sorpresa" consistía en que, tras un laaargo fragmento suaaaveee..., melóóódicooo..., duuulceeee...

¡¡¡¡BLAAAMM!!!!

Venía un golpe de timbal que resquebrajaba los cimientos. Tenía mucha mala leche Haydn a veces.

En otros casos, eran los amigos de Haydn, a los que el compositor tenía seguramente prohibida la entrada a los conciertos pero iban de todos modos, los que pasaban el rato buscándole las vueltas a la música y bautizando las sinfonías. Es el caso de "El oso" (en la que un trocito les recordaba a un oso) , "El reloj" (ídem) o "Redoble de tambor" (nótese aquí el derroche de imaginación).

Y aquí viene la adivinanza: descargado ya el allegro de la sinfonía 83, a ver quién es el primero en acertar por qué estos intelectos desperdiciados la dieron en llamar "La gallina". Pista: minuto cuatro y unos diez segundos.




Etiquetas:

7 Comments:

At 19/10/06 11:05, Anonymous Anónimo dice...

Cada día me aficiono más fa tu blog. ¿De dónde sacas tanta información? Enhorabuena.

Por cierto, que lo que más me gusta es esa forma de trivializar sobre gente a la que normalmente se le asocia la mayor de las gravedades.

 
At 19/10/06 11:20, Anonymous Anónimo dice...

Por cierto, que una vez más he pirateado un artículo tuyo (con la pertiente referencia al autor y la web). Supongo que no te importa, pero te lo digo por si, en un arrebato, decides demandarme por no pagar derechos de autor.

 
At 20/10/06 11:54, Blogger Susana dice...

¡Ja, ja! Gracias. En cuestión de anécdotas musicales, la mayoría están sacadas de la época en que no tenía un duro para discos (y ni siquiera sabía qué era internet) y me pasaba las horas escuchando Radio Clásica, que entonces era Radio 2. Cuentan un montón de cosas curiosas. Por cierto, que para mi cumple me he pedido "Este burdel no es una ópera", un libro de Máximo Pradera todo, todito, de anécdotas de este tipo. Qué bien, qué bien...

No sé si te habrás fijado, pero el blog está bajo una licencia Creative Commons, así que puedes (tú y todo el mundo) piratear lo que te apetezca (siempre que no lo modifiques, cites al autor y no lo uses con fines comerciales). Barra libre. Eso sí, por cada artículo me debes una cervecita cuando vaya por Barcelona, je, je.

 
At 3/5/07 16:31, Blogger Íñigo Barreiro García dice...

No es Allegro spiritoso, sino Allegro spiritoso. Probablemente lo has leído en una fotocopia mal hecha.

 
At 3/5/07 16:31, Blogger Íñigo Barreiro García dice...

Quiero decir que no es Allegro spintoso. supongo que me entendisteis.

 
At 4/5/07 01:02, Blogger Unknown dice...

Pues lleva usted toda la razón. Como nos comenta el compositor Daniel Mateos, "Spinto es un tipo de voz masculina y una cualidad de la voz. La forma correcta es Allegro spiritoso". Procedemos a corregirlo. Sin embargo, y sin que sirva de excusa, constatamos que se trata de un error bastante extendido, incluso en partituras y grabaciones.

Gracias por el comentario.

 
At 12/9/07 05:43, Anonymous Anónimo dice...

¡Hola! Soy docente de Lenguaje Musical en el Instituto de Música de Avellaneda, y en el Conservatorio Superior "Manuel de Falla" de Buenos Aires, Argentina, y justamente les estaba comentando a mis alumnos sobre lo de las sinfonías "Los Adioses" y la de la "Sorpresa", y buscando algún artículo como para contarles bien los episodios, me encontré con tu blog.
Desde ya muchas gracias.

Nora, de Buenos Aires, Argentina

 

Publicar un comentario

<< Home

Creative Commons License
Las entradas publicadas en este blog están bajo una licencia de Creative Commons. Las imágenes, piezas musicales y textos en los que se indique expresamente esta circunstancia, pertenecen a sus autores.

Wikispaces