sábado, septiembre 29, 2007

DOMINICAL CPA

Pues sí, es lo que se temen. CPA se suma a la moda otoñal de los coleccionables y a la de los periódicos de a quintal del fin de semana. La diferencia estriba en que para hacer nuestra colección no tendrán que hipotecarse y, esperamos, el producto será de mejor calidad que la bazofia que usa infectar los quioscos.

El coleccionable CPA de esta temporada será "Dividido entre cero", un relato perteneciente al muy recomendable libro La historia de tu vida, de Ted Chiang. Este señor utiliza la ciencia ficción para emocionar en todos los sentidos, pero sobre todo para reflexionar sobre la naturaleza del ser humano y del pensamiento. Y le queda de bieeen...

En el relato que les vamos a ofrecer se cuenta la historia de una matemática que hace un descubrimiento sorprendente sobre esta ciencia, y cómo esto le afecta en su vida. El original está dividido en pequeñas partes, a veces muy cortas, que les iremos trayendo cada fin de semana. Para los que no puedan esperar, tienen el libro completo en P2P.

Y aquí va la primera...


DIVIDIDO ENTRE CERO

1

Dividir un número entre cero no da como resultado un número infinitamente grande. La razón es que la división se define como una multiplicación a la inversa: si se divide entre cero, y luego se multiplica por cero, debería recuperarse el número con el que se comenzó. Sin embargo, multiplicar infinito por cero da como resultado cero, y ningún otro número. No hay nada que pueda ser multiplicado por cero para dar un resultado que no sea cero; por tanto, el resultado de una división entre cero está literalmente "indefinido".

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martes, septiembre 25, 2007

1.964

II

Ya no seré feliz. Tal vez no importa.
Hay tantas otras cosas en el mundo;
un instante cualquiera es más profundo
y diverso que el mar. La vida es corta

y aunque las horas son tan largas, una
oscura maravilla nos acecha,
la muerte, ese otro mar, esa otra flecha
que nos libra del sol y de la luna

y del amor. La dicha que me diste
y me quitaste debe ser borrada;
lo que era todo tiene que ser nada.

Sólo me queda el goce de estar triste,
esa vana costumbre que me inclina
al Sur, a cierta puerta, a cierta esquina.

J. L. Borges

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lunes, septiembre 24, 2007

EXCREMENTADA EXPOSICIÓN

UN HOMBRE ORINA SOBRE UNA PIEZA DE EXPOSICIÓN EN UN MUSEO.

Claro que lo primero que hay que advertir es que la susodicha pieza era un urinario. La noticia nos la ha mandado Adrià.

Un tal Vassiliy Kovalchuk, de 48 años, fue detenido por orinar en una pieza de exhibición en el Museo Kiev que exponía una muestra sobre la historia del retrete. Interesante, sin duda.

La cuestión es: ¿Fue hecho como un acto de sabotaje ante la exposición? ¿Como un acto artístico de performance? ¿Como un acto de necesidad?

Pues ninguna de las tres cosas. Por las afirmaciones del sujeto parece que fue porque le dio la real gana. Kovalchuk dijo: "No me había dado cuenta de que eran solo para mirar”. Más bien de tanto mirar se motivó lo suficiente. Vamos a ver, será que no sabía leer, pues al parecer los organizadores, muy prudentemente (creo que a mí no se me hubiera ocurrido), se habían molestado en poner cartelitos por todos lados donde ponía “NO USAR”.

Bueno, señores, pues esto no es la primera vez que sucede. Según el periódico BBC MUNDO en su artículo “Ataque al más famoso urinario” se menciona:

La policía informó que el individuo había orinado sobre la famosa obra avaluada en más de US$3 millones cuando era exhibida en Nimes, sur de Francia, en 1993.

Al parecer, un francés atentó dos veces contra la misma obra, considerada como la más relevante del S XX. La primera, tal y como he mencionado, en 1993, y la segunda en el 2006 golpeándola con un martillo, alegando que el acto era en sí una obra de arte.

Imagino que todos ustedes conocerán y sabrán cual es la obra más relevante del arte moderno...

-¿El Guernica o Las señoritas de Aviñón de Pablo Picaso?

-¡Uhmmm...! ¡No!


-Tal vez ¿La Danza de Mattisse?

-¡Uhmmm...! ¡Tampoco!

-¡Ya está! ¿La persistencia de la Memoria de Salvador Dalí?

-¡Desde luego, no dan ustedes una!

-¡PUES CUÁL, SI NO!

-Es el comúnmente llamado El Urinario de Marcel Duchamp.

A ver, ¡NO! ¡Ni me drogo, ni estoy borracha! …Y el triste vaso de coca-cola que me acompaña tampoco está en mal estado.

¿Perdonen?...¿Qué?...Es que no les oigo bien… ¿Qué cuál es el mérito de hacer un urinario? ¿Que usted tiene un primo en Móstoles que tiene una fábrica de esos y que a él nadie le llama artista?

Un momento, un momento, ¡sin abusar! ¡Que no lo hizo él! Duchamp lo eligió, lo compró en una tienda, lo firmó bajo el seudónimo de "R. Mutt" y luego lo expuso en 1917 bajo el título de La Fountain (la fuente) y afirmó que aquello era una obra de arte.

Y es que esta creación fue elegida en primer lugar en una encuesta realizada entre 500 expertos en arte para promocionar el Turner Prize, un importante y polémico premio de arte moderno en Inglaterra.

Imagino que si no están familiarizados con las tendencias del S. XX, más de uno pensará: "¡QUÉ JETA!" Pero... ¿es esto cierto? ¿Era Marcel un caradura sin más? No, seria muy injusto tratar así a Duchamp.

Lo que aportó fue un cambio radical. Hasta esa fecha toda la comunidad artística entendía que la obra era el objeto en cuestión (la pintura o la escultura realizadas por el artista) pero en el caso de La Fountain la obra no es el urinario en sí, sino el acto, la acción. Así pasamos de un arte objetual al arte conceptual, también llamado idea art. La idea se antepone por encima de todas las cosas, entendiéndose que el objeto es un mero vehículo para expresar la idea del artista. Se considera que lo más importante es la experiencia producida antes que el objeto mismo.

Pero claro, si lo piensan por un momento, semejante acción fue, sin duda (y más en su momento) un acto desafiante. Piensen que estamos hablando de principios del siglo pasado y, aunque multitud de nuevos movimientos como el futurismo o el cubismo, por mencionar alguno, surgían de forma revolucionaria contra las concepciones establecidas, aquello fue sin duda una provocación en toda regla frente a los críticos e incluso la comunidad de artistas.

Y es que no puedo dejar de imaginarme a Duchamp en su casa, revolcao por los suelos de la risa, imaginando la cara del resto cuando se encontrara con la contundente acción. El mensaje transmitido está clarísimo. Bien podía haber escogido otro objeto, no sé, un espejo, una mesa, un "veteasaber" o un "queséyo", pero no, él escogió un urinario (¡que es para mearse!). Y lo realizó con toda su intención, un acto lleno de cinismo y probablemente de desprecio.

Y es que su obra posee un elemento de burla al espectador, al considerarle carente por completo de significado o mérito artístico. De todas formas La Fountain no surge de la nada, pertenece a un grupo que engloba lo que se conoce como ready-made, que consistía simplemente en la combinación o disposición arbitraria de objetos de uso cotidianos. Como por ejemplo esta obra titulada The Bicycle Wheel (1913).

The Bicycle Wheel

Esta escultura ya no nos resulta tan extraña como el urinario porque no tiene ese aspecto morboso y desafiante, y es que ese objeto presenta un tabú escondido en nuestros pueriles prejuicios, un prejuicio que él desveló y sacó a la luz. La próxima vez que vayan a Ikea y vean una preciosa lámpara formada por lo que asemeja una red de un colador o un cenicero que recoja elementos de fontanería, piensen en Duchamp, un hombre pionero que abrió puertas al arte y la estética.

Estamos ante la presencia de un autor crítico que cuestionó hasta la última de las ideas preconcebidas, introduciendo una fuerte crítica a la institucionalización y al fetichismo de las obras de arte. Se burlaba abiertamente de las “lecturas” que los críticos solían establecer. Pero no solo él; sin ir más lejos, Salvador Dalí solía decir:

Esto que he hecho no sé lo que es, pero está lleno de significado.

Todo esto generó enormes tensiones incluso dentro del mismo círculo surrealista. Prueba de ello es esta singular pintura, en la que se atreve a poner perilla y bigote nada menos que a La Gioconda, una acción que independientemente del resultado técnico del cuadro es para cualquier purista poco menos que un sacrilegio.

Marcel Duchamp, L.H.O.O.Q. (1919)

Según palabras del propio Duchamp:

Lo más curioso sobre este bigote y esa perilla es que, cuando los miras, la Monna Lisa se convierte en hombre. No es una mujer disfrazada de hombre; es un hombre auténtico, y ese fue mi descubrimiento, aunque no me diera cuenta de ello en aquella época.

Pero, fuera de esta imagen más irreverente de su carrera, Duchamp fue un autor de ideas, de reflexión, y aunque no fue muy proclive en cuanto a número de obras de arte sí lo fue en cuanto a las perspectivas que aportó, convirtiéndose en una figura fundamental para entender los posteriores desarrollos que se desencadenan en el arte moderno.

Se dedicó a dos temas principalmente: Por un lado, el ready-made, que acabamos de comentar, y por otro el arte cinético que estuvo presente en casi todo lo que hizo desde el principio.

Empezó a pintar en 1908, y fue partícipe de las muchas y diferentes corrientes artísticas que proliferaban en la época. Experimentó con el fauvismo, en donde comenzó a explorar los temas del movimiento y la transición. Luego pasó por una etapa cubista y, como Picasso o Braque, rechazó fervientemente la creación de teorías o manifiestos.

Durante una época, junto a sus hermanos, visitó con frecuencia el Grupo de Puteaux (que adquirió dicho nombre por que se reunían en la casa de Villon en Puteaux), en el se hablaba de dos temas cruciales para Marcel: La cuarta dimensión y el arte interpretado por la mente en lugar de por la retina (arte retiniano). Fruto de aquellas conversaciones realizó el cuadro Jugadores de ajedrez, que no destaca por su técnica pero sí por la intención que deposita en la actividad mental de los jugadores. No me pregunten por qué pero es uno de mis favoritos.

Esta pintura, además, representa la primera de una serie innovadora e incatalogable, pues Marcel jamás se detenía ante estilos o formalismo; simplemente, pasaba de una cosa a otra explorando todas las posibilidades que le ofrecía un nuevo trabajo.

Más tarde, introdujo juegos de palabras, como podemos ver en Desnudo bajando una escalera; uno de sus más célebres cuadros, que impresionó porque introdujo el título del cuadro dentro del lienzo, del que partió para su trabajo de la fotografía estroboscópica . El éxito de esta obra le animó aún más a buscar su propio camino sin adscribirse a teorías o grupos.

(...) quería inventar o encontrar mi propio camino, en lugar de ser un mero intérprete de una teoría.

Marcel Duchamp

Marchó a Munich y no se molestó en ir a conocer a Kandinski. Se interesó por Jules Laforgue, del que le agradó su humor cínico, el desapego de sus personajes y sus juegos verbales; y por Raymond Roussel, del que le impresionó fuertemente “la locura de lo inesperado” que creaba su obra a base de juegos de palabras, transliteraciones y retruécanos.

Esta trayectoría artística, que he tratado de resumir brevísimamente, constituyó los antecedentes de La Fountain. Piénselo: si Duchamp no se hubiese ganado primero con su innovador trabajo a un público, el acto hubiese quedado en el olvido.

De todas formas, hay algo que no ha dejado de darme vueltas en la cabeza. Duchamp creó la La Fountain para desafiar a los críticos, y estos, no sé cuántos años más tarde, le atribuyen esta obra como la mejor del arte moderno. Seguro que llevan toda la razón, no soy yo una experta para discutirlo, pero hay algo que me suena a chamusquina, algo que me hace pensar que al final le han ganado la batalla a un hombre tan luchador como polémico, normalizándole, otorgándole premios, sacralizando al que se mofó abiertamente de todo eso y se atrevió a pintarle bigotes y perillas a La Gioconda.

Tal vez si Marcel levantara la cabeza se sentiría indignado de que le realizaran tantas “lecturas” sobre su carrera y considerara la mejor opción liarse el mismo a martillazos con su excepcional “Fontnuntain” quitándole de las manos el martillo al francés que fue detenido. Como un nuevo signo de protesta, para provocar de nuevo el escándalo entre sus seguidores y alcanzar el desconcierto perseguido a lo largo de su trayectoria artística. O tal vez no, que a todos nos engorda el ego con alabanzas y nos produce gran satisfacción que nos reconozcan nuestro esfuerzo y trabajo.

Así que ya saben si un urinario puede ser una fuente, deténganse dos veces cada vez que observen la realidad que les rodea. Puede que un secador de pelo se convierta en una linterna o la puerta de un frigorífico en desuso se transforme en una estantería para C.D. De todas formas estoy segura de que por novedosos que nos resulten estos objetos de diseños tan prolíferos hoy en día, no estamos aportando ni una sola idea innovadora, nada que no se haya hecho ya, salvo por nuestra propia sensibilidad.


Enlaces:

BBC Mundo: Un urinario muy influyente.

No solo de pan vive el hombre

El ángel caído (aquí explica algo del bigote y la perilla de La Joconda de Duchamp.

A parte de tú. Revista de Filosofía.

Extracto de Diálogo sobre el arte, la arquitectura del mundo, con su arquitecto Joseph Beuys. Entrevista con Achille Bonito Oliva, 9 de abril de 1981 en Joseph Beuy, Ensayos y entrevistas, Editorial Síntesis, España.

Aquí podemos encontrar las obras de Duchamp

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domingo, septiembre 23, 2007

LA COLA EN BLANCO

Tengo un amigo que dice que si en España te pones a repartir patadas en el hígado, pero es gratis, la gente hará cola para entrar. En otros países no lo sé, aunque supongo que ocurre igual, porque la naturaleza humana da para lo que da. Esta teoría pudimos comprobarla anoche en Madrid. Era la Noche en blanco, la gran oportunidad para visitar museos a las dos de la mañana y recorrer emblemáticos edificios al socaire de las titilantes estrellas, de pasear por el centro inauditamente despejado y plácido, de asistir a conciertos y actividades diversas de forma gratuita.

Salimos temprano para que nos diese tiempo a ver, al menos, dos o tres cosas. El primer reto de la noche fue llegar a la Gran Vía entre la multitud, y el segundo encontrarnos en las mismas circunstancias. Cuando lo conseguimos, media hora más tarde de lo convenido, supimos que teníamos que cenar en el primer sitio que encontráramos o no cenaríamos. En efecto: a la salida del restaurante la cola para entrar era ya descorazonadora. Primera parada: Museo Thyssen. Cuando llegamos se me cayó el alma a los pies: la cola daba la vuelta a la esquina y llegaba casi a la parte trasera del edificio.

-¿Y si volvemos a las tantas?- se me ocurrió preguntar.

-Eso pensé yo el año pasado. La cola era aún más larga.

Primera fase del plan, abortada. Y no teníamos segunda fase.

-¿Y si entramos en la FNAC?

-Pero mujer, con esa cola nos dan las cinco de la mañana.

-Pero deben estar regalando algo estupendo, si hay tanta gente.

-No regalan nada, hay un tipo contando cuentos.

-Aaaah.

Decidimos entrar en el único sitio que no parecía un pabellón de la EXPO'92: el Liceo. Al aproximarnos descubrimos por qué la espera era medianamente razonable: solo se podía entrar con invitación. Nos acercamos a mi preciado Teatro Real: la cola daba la vuelta al edificio.

-¿Quién actúa? ¿La Filarmónica de Chicago?

-Creo que solo se pueden visitar las instalaciones.

-Quieres decir, lo mismo que se puede hacer cualquier domingo por la mañana por cuatro euros, además de disfrutar de un estupendo concierto?

-Justo eso.

Acudimos a la apuesta segura: el Templo de Debod. "Al menos allí no habrá colas, para eso está en mitad de un descampado." Y colas no había, pero sí que acababa de terminar un espectáculo (una chica que salía lo estaba calificando de "increíble despliegue de luz y sonido" con un inconfundible tono irónico en la voz) y habían apagado la iluminación, así que había poco que ver.

Al final acabamos en la librería de El Corte Inglés, que no era gratis (que se lo digan a mi tarjeta de crédito) y tomando un café al mismo precio de todos los días pero por el que tuvimos que dar más codazos que de costumbre a una multitud ebria (¿estarían repartiendo kalimocho en el Prado?) y a un par de coches. En fin, esta ha sido la crónica de la gran noche de la cultura...

¡Ah, no! Perdón, lo olvidaba. De vuelta a casa nos encontramos con lo mejor. La gente se agolpaba y gritaba de emoción ante la puerta de no sé qué hotel. "¿Será que Richard Gere se ha equivocado de avión y ha venido a parar aquí?" pensé. En la acera, una pantalla gigante rezaba: "Pablo y Sara" (¿o era "Pedro y Clara"? Qué memoria la mía).

-¿Quiénes son esos? pregunté, temerosa de estar perdiéndome lo más fresco del movimiento cultural carpetovetónico.

-Dos de Gran Hermano.



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sábado, septiembre 22, 2007

I´LL BE BACK, QUE DIJO ALGUIEN

Tras la segunda mudanza precipitada en los últimos meses (y que conste que no estoy huyendo de la Policía, al menos de momento) estoy de vuelta. Como aperitivo, un ladrillo: el nuevo (y último) artículo de la serie Música y Física en Filomúsica. Pero no se alivien todavía, que ya he encontrado más temas con los que ahuyentar a los lectores...

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viernes, septiembre 14, 2007

FADO

¡Ya estamos de vuelta! Bueno en realidad solo estoy de vuelta yo, pero eso ahora lo explico, lo primero es lo primero. ¡Mil disculpas por la ausencia! He estado hasta arriba de trabajo y Susana se ha mudado y de momento no tiene conexión a la red, así que no sé si podrá apañárselas para estar aquí con ustedes.

La semana pasada, en concreto el 6 de septiembre, se estrenó en la primera jornada del Festival Internacional de Cine de Toronto la última película de Carlos Saura titulada Fados. Un acontecimiento del que imagino ya han oído hablar. El filme sigue el formato ya empleado por el autor en películas como Sevillanas (1992), Flamenco (1995), Tango (1998), Salomé (2002) e Iberia (2005).

Para todos los que gusten está publicado el disco con la banda sonora de esta nueva película en la que salen artistas como Carlos do Carmo, Miquel Poveda o Mariza, además de una representación importante de artistas brasileños como Caetano Veloso y Chico Buarque, la mexicana Lila Downs y las caboverdianas Cesaria Évora y Lura entre otros.


FADOS. DE CARLOS SAURA

Con motivo de la película de la que estamos seguros tendrán mogollón de información me ha parecido oportuno dedicarle un poco de atención a esta forma musical de un país tan cercano y tan desconocido para nosotros como es Portugal.

Antes me gustaría advertirles de que, aunque siempre me gustó enormemente el fado, no puedo considerarme una entendida en la materia, pero creo que tiene la suficiente belleza como para hacerle aquí un pequeño homenaje y prestarle un poco de nuestra atención.

Y ha llegado la hora de ponernos tremendistas. Fado viene del latín (fas, factum) que significa destino, pero parece que se trata de un destino cruel. Y es que esta música popular está llena de fatalismo, dramatismo, romanticismo y todos los -ismo que le quieran poner. Al parecer, su origen se encuentra en la primera mitad del siglo XIX, en un tipo de canción de salón brasileña llamada modinha directamente sacada de un ambiente tabernario y de salón. Lo que pulaba por ahí ya pueden imaginárselo ustedes solitos.

Lo que nunca ha dejado de impresionarme es cómo con frecuencia la combinación de música y pesar origina resultados tan excelentes.

En el fado debemos destacar dos escuelas principales: la Escuela de Coimbra, ligada a la Universidad de Coimbra, exclusivamente cantada por hombres (¡Uhmmm! Eso no me gusta de entrada, a no ser que esté yo en medio de todos ellos, claro) en la que los temas principales son amores estudiantiles o de la ciudad; y la Escuela de Lisboa, en la que cantan solo los que saben, sin necesidad de que la genética reparta suerte entre cromosomas X o Y. Esta última está relacionada con las casas de fado, que se encuentran en los emblemáticos barrios de Alfama, Mouraria, Barrio Alto y Madragoa.

Hace unos cuantos años tuve la oportunidad de conocer a un par de chicos que tocaban la guitarra de Coimbra o lágrima, como ellos la llamaban: un instrumento realmente bello no sólo en su delicado sonido sino también en su forma. Y fueron ellos los que me dieron a conocer a Carlos Paredes. Escúchenlo y luego me dicen si llevo razón o la tengo (je je).

Verdes anos. Carlos Paredes.

Claro que la belleza de este instrumento también se debe a que acaban de oírlo de manos del que es considerado como el maestro más importante en el toque de la guitarra de Coimbra y uno de los compositores más destacados dentro de la música portuguesa. -¡Pues así cualquiera!- me dirán ustedes, -¡que no es lo mismo escuchar al pesado de mi vecino tocando la española que a Paco de Lucía!

Paredes, hijo y nieto de los guitarristas Artur y Gonçalo Paredes, comenzó a estudiar guitarra portuguesa con tan sólo cuatro añitos. En 1967 edita el álbum Guitarra Portuguesa, al que seguirán otros muchos proyectos entre los que destacan Romance nº 2, Fantasía, Porto Santo, Guitarra Portuguesa o Movimento Perpétuo.

Estuvo preso durante la dictadura salazarista y con la Revolución de los Claveles de abril del 74, que dio paso a la democracia, presentó su creación en directo en varias ciudades del país. Se convirtió en uno de los símbolos provocados por la revuelta militar que puso fin a casi medio siglo de régimen totalitario. Volvió a los estudios de grabación en 1987 para publicar Asas (Espelhos de sons). Aquí les dejo la primera canción de este álbum.

Coimbra e Mondego. Carlos Paredes.


Pero cuando el viento sopla demasiado fuerte siempre derriba algo por el camino, y en este caso, entre dictaduras y revoluciones, se llevó por delante nada más ni nada menos que a Amália Rodrigues, considerada la Reina del fado, tal vez una de las voces más impresionantes a lo largo de la historia, no sólo por su desarrollo técnico sino además por su fuerza a nivel interpretativo. Y es que el dictador Salazar alzó su régimen en torno a las tres efes: Fado, Fútbol y Fátima. En fin, con este remix hasta a mí me entran ganas de no volver a oír un fado en mi vida. Si a eso le añadimos que como todos sabemos la Virgen de Fátima y el fútbol son sagrados, pues como siempre pagó el pato el elemento más débil, la belleza cultural.

Durante muchos años el fado ha estado impregnado de esa carga del pasado y decayó en su popularidad.

Digo todo esto no porque quiera meterme en menesteres políticos, sino porque me duele ver cómo antes y después dos grandes artistas fueron perjudicados por lo que es indisoluble en la historia del fado, que es la historia del propio Portugal.

Amália Rodrigues surgió de las cenizas como el Ave Fénix, abandonada por su madre a temprana edad y criada en el barrio de la Alfana de Lisboa, pronto recorrió las tabernas en su adolescencia y desde su humilde origen alcanzó los mercados internacionales. Pero lo que hizo grande a esta mujer fue el lamento y fatalismo ancestrales contenido en las propias letras del fado que ella interpretó como nadie. Amália decía: "Yo no canto el fado, el fado me canta a mí."

Lágrima.


Pero ¿qué es el fado? ¿Un estilo de música sin más? ¿Una serie de características musicales y estilistas? ¿El producto de una tradición popular? ¿Una forma de vida?

Como ya les he dicho que no soy ninguna entendida, pienso remitirme a una de las letras más emblemáticas del fado: Tudo Isto é Fado. Saquen ustedes sus propias conclusiones.

Tudo Isto é Fado


(La traducción de la derecha es cosa mía, así que pido perdón por el atrevimiento y las burradas que pueda haber cometido al hacerlo de una legua que admito desconozco).

Perguntaste-me outro día

se eu sabia o que era o fado.

Disse-te que não sabia.

Tu ficaste admirado

sem saber o que dizia.

Eu menti naquela hora.

Disse-te que não sabia.

mas vou-te dizer agora.


Almas vencidas.

Noites perdidas.

Sombras bizarras

na Mouraria.

Canta um rufia.

Choram guitarras.

Amor ciúme.

Cinzas e lume.

Dor e pecado.

Tudo isto existe.

Tudo isto é triste.

Tudo isto é fado.


Se queres ser o meu senhor

e teres-me sempre a teu lado.

Nao me fales só de amor,

fala-me também do fado.

E o fado é o meu castigo.

Só nasceu pr’a me perder.

O fado é tudo o que digo

mais o que eu não sei dizer.

Me preguntaste el otro día

si sabía lo que era el fado.

Te dije que no sabía.

Y te quedaste admirado

sin saber lo que decía.

Te mentí en aquella hora.

Te dije que no sabía.

pero te lo voy a decir ahora.


Almas vencidas.

Noches perdidas.

Sombras extrañas

en la Mauraria (morería).

Canta un rufia *

Lloran guitarras.

Amor celado.

Ceniza y lumbre.

Dolor y pecado.

Todo esto existe.

Todo esto es triste.

Todo esto es fado.


Si quieres ser mi señor

y me quieres siempre a tu lado

No hables solo de amor

háblame también de fado.

Que el fado es mi castigo.

Nació solo para perderme.

El fado es todo lo que digo

sumado a lo que no sé decir.


* No consigo traducir este termino y es que me temo que es algo particular, muy ligado a la cultura del fado, significa rufián, dado a llevar una vida desordenada, e incluso lo he encontrado traducido como fadista. Me temo que “rufía” significa "que canta", alguien que lleva un tipo de vida propio del mundo del fado. Pero si alguien lo sabe, que me lo explique, que llevo horas consultando diccionarios y textos de toda clase.


Y aunque he de reconocer que me quedo con la sencillez y nostalgia de las melodías de Carlos Paredes, no podíamos pasar por alto a Amália. Una artista de fado tradicional que fue criticada por algunos puristas por introducir poetas como Luis de Camöes y Guerra Junqueiro, que se dejó impregnar por la queja del flamenco y se unió artísticamente al compositor Alain Oulman.

Fue venerada por Caetano Veloso, incluso Chavela Vargas y Cesaria Evora admitieron tenerla como referentes en su canción y ha influido en artistas como Misia y Madredeus.

Alfama. Fualas do Tejo. Madredeus.


Ahora una nueva generación de fadistas la pone en su lugar y la tiene en cuenta como una figura imprescindible dentro del fado. Personas como Misia, Mafalda Arnauth, Teresa Salgueiro, Cristina Branco, Dulce Pontes o Mariza, algunas mencionadas anteriormente y presentes en la película de Carlos Saura.

Una nueva generación que retoma los viejos temas y los renueva. Cristina Branco nos dice:

El tema primero del fado es el barco que se lleva el mar para no volver, de ahí viene la saudade. Pero existen trescientas músicas diferentes (fado menor, mayor, tango, Isabel...), que dan mucha libertad de improvisación. Los fados Coimbra tienen letras hechas para hombres, sólo Amalia Rodrigues tenía el derecho de cantarlos. En las nuevas tendencias que hablan de una sociedad en evolución se refleja la vitalidad del fado, en nuestro caso manteniendo las raíces del género.

Y como considero que ya he hablado bastante por hoy, les dejo con el fado, los poemas y las voces de todas ellas.

Ausencia. Cristina Branco.


Canção Do Mar. Dulce Pontes.


Loucura. Mariza.


Enlaces:

Carlos Saura. Flamenco-world.com

Carlos Saura dirigirá “Fados” con el “corazón”. Cinema hoy.

Fados by Carlos Saura. lahiguera.net.

La guitarra portuguesa. Filomúsica. Por Isabel Francisca Álvarez Nieto.

Carlos Paredes. Guitarra Portuguesa-Antología. Noah’s Crow.

Mini reportaje en You Tube de Carlos Paredes (en donde tenemos la oportunidad de verle tocar. Interesante, pero en portugués).

Carlos do Carmo. Winipedia

Página oficial de Cristina Branco

Página oficial de Dulce Pontes

Página oficial de Mariza

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